entre costuras y decisiones

Si la vida está hecha a la medida… ¿por qué a veces sentimos que nos aprieta o que nos queda grande?

Y si realmente está hecha a la medida, la pregunta entonces sería: ¿a la medida de quién?

Hace unos días acompañé a mi hijo Matías a elegir su traje de graduación. El lugar era un atelier elegante, casi onírico, creado por un abogado con alma de sastre. Nos recibió Diego, un joven apasionado por la moda, quien fue nuestro guía en esta experiencia tan íntima y reveladora: la confección de un traje a medida. Gracias Diego.

Espejos, telas, patrones, preguntas…

Una clase de estilo masculino, pero también, sin saberlo, una clase de vida. Y ahí estaba él, mi hijo de apenas 15 años, un poco abrumado, sí, pero firme, tomando cada decisión sobre su traje: el estilo, la textura, los colores, el tipo de saco, los botones, los ojales, los cuellos, el bordado de sus iniciales, la letra y hasta el color del hilo.

Yo, desde el silencio amoroso de la observación, dejé que él decidiera todo. Así como corresponde.

Es su traje. Es su medida. Es su creación.

Y en ese proceso tan minucioso entendí algo profundo: cada pequeña decisión construye el resultado final. Así funciona la vida. Cada elección, por mínima que parezca, es una puntada en el tejido de lo que somos. Entonces me cayó la ficha: ese traje que hoy le quedará perfecto… en unos meses ya no será cómodo. Porque él cambiará. Crecerá su cuerpo, sus sueños, su identidad.

Todo cambia. Todo crece. Todo evoluciona.

Y pensé: ¿cuántas veces sentimos que la vida nos aprieta porque insistimos en usar un traje que ya nos quedó chico? ¿Y cuántas veces vivimos en un traje que nos queda grande porque fue diseñado por las expectativas de otros? Quizá por nuestros padres. Quizá por un antiguo amor. Quizá por la mujer que fuimos… y ya no somos.

Querida mía, es momento de detenernos y mirarnos con honestidad: ¿estás viviendo una vida que aún te queda bien? ¿O es hora de confeccionar un nuevo traje, uno que honre tu forma actual, tu alma actual, tus deseos de hoy?

La vida no es una talla única. Es una costura viva. Y no importa cuán a medida haya sido hecha alguna vez… eventualmente necesitará ajustes. Y eso está bien. Porque la mujer que eres hoy no es la misma que fuiste ayer. Y tampoco será la misma mañana. Con cada decisión, con cada paso, te estás re-creando.

Así que sí, hagámoslo otra vez: tomemos medidas nuevas. Elijamos el tejido de nuestra nueva etapa. Diseñemos con conciencia, con libertad y con amor. Para que esta vida, la que estás eligiendo ahora, te quede perfecta… hasta que vuelvas a crecer.

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