cuando el pasado canta y el futuro escucha
La música, la pasión, la presencia de James Blunt me tomaron de la mano y me llevaron al pasado.
La nostalgia,
Los recuerdos,
Las heridas,
Las promesas vacÃas,
Y la presencia de mi misma hace 20 años.
Yo, adulta, observaba internamente qué movÃan esas letras: You are beautiful, Goodbye my lover, Simone, y tantas más.
El pasado haciéndose presente mientras cantaba.
Mi viaje al pasado fue en ese concierto, pero a veces, sin darnos cuenta, ese viaje nunca termina.
Y convivimos en el presente con estÃmulos que nos llevan una y otra vez al ayer,
viviendo confundidos, con un pie atrás y otro adelante.
¿En qué tiempo estás creando tu vida?
Yo, en ese instante, me di el permiso consciente de tocar el pasado,
con la curiosidad de ver qué encontraba ahÃ.
Rostros,
Frases,
Lágrimas.
Y nosotras.
La vi.
Vi el dolor de Isabel hace 20 años y solo lo vi.
Ya no me tocó el corazón.
Ya no me reconocà en ese pasado.
Ya no me dolieron esas heridas.
Ya no existe en mi presente ese fugaz y lejano ayer.
En ese presente hermoso.
Me vi ahÃ, con mi pareja.
Nos vi.
Un túnel del tiempo donde el pasado derramaba algunas lágrimas,
el presente cantaba a coro con el artista, y el futuro se tomaba de la mano con él.
El futuro también se hace presente, pero ¿somos capaces de reconocerlo?
¿O lo tenemos fusionado al pasado?
A veces, pareciera que el eterno presente se convierte en un eterno pasado
por no dar apertura al futuro.
Me vi grande,
me sentà grande,
pude ver mi avance,
honrar mi camino,
festejar mi crecimiento.
Y se terminó.
Me fui mudando esa piel ahÃ,
disolviéndola entre cada letra, entre cada canción.
Y avancé.
La multitud, el mareo del alcohol consumido,
tomada de la mano,
nos recibe el viento fresco de un presente nuevo
que nos invita a un futuro mejor.
Gracias, JC, por hacer mi viaje liviano. Te amo.